A veces, con la mejor intención, terminamos asfixiando al equipo. Controlamos demasiado, revisamos todo, damos instrucciones para cada detalle… y sin darnos cuenta, lo que hacemos es limitar la autonomía, la creatividad y la confianza. Eso tiene un nombre: micromanejo.

¿Cómo saber si estás cayendo en este estilo?

  • Revisas el trabajo varias veces antes de aprobarlo.
  • Sientes que si no estás encima, las cosas no salen bien.
  • Te cuesta delegar tareas importantes.
  • El equipo evita tomar decisiones sin tu validación.

¿Y cuáles son las consecuencias?

  • Colaboradores menos comprometidos.
  • Pérdida de iniciativa.
  • Climas laborales tensos.
  • Líderes agotados por querer hacerlo todo.

¿Cómo salir del micromanejo y liderar desde la confianza?

  1. Delegar con claridad y seguimiento sano: confiar no es desentenderse. Es delegar con expectativas claras y un seguimiento acompañante, no controlador.
  2. Aceptar que el “otro camino” también vale: a veces el equipo resuelve distinto, y eso está bien.
  3. Dar espacio para el error: si penalizamos cada falla, vamos a fomentar la parálisis.
  4. Pedir feedback también como líder: preguntar “¿cómo me estoy comunicando?”, “¿sí me explico bien?”, abre puertas valiosas.

El liderazgo efectivo se construye con confianza. Y confiar es también una forma de crecer como líder y ayudar a crecer a los demás.